Cuando la Emperatriz aparece mal aspectada o invertida pierde su
equilibrio natural y su estabilidad.
Ya no es esa mujer segura de sí misma que tiene éxito en todas las áreas de
su vida. En su lugar nos encontramos con una mujer insegura y tensa a quien le
resulta difícil conseguir cualquier cosa o completar cualquier proyecto que ha
comenzado.
Ve el mundo plagado de dificultades,
considera muy difícil crear planes y proyectos, perdiendo así su personalidad
dinámica y positiva.
También pierde la capacidad de
cuidar de sí misma y de todo lo que ha creado convirtiéndose a menudo en una
persona estéril, inmadura, superficial e frívola.