Se
utiliza el amarillo para favorecer el nacimiento de sentimientos como el
optimismo y la curiosidad con respecto a todo aquello que es nuevo, que todavía
no existe, que está por inventar, para reforzar la esperanza en el futuro y
para que no se desvanezca la confianza en la felicidad futura si estamos
viviendo un momento malo o un conflicto interior del cual debemos
liberarnos para proseguir el camino de la evolución.
El amarillo es útil
para reforzar la energía psíquica de las personas, curar una voluntad débil, sacar a alguien de
embrollos y manipulaciones, reforzar la auto disciplina, superar las
dificultades con las que podemos tropezarnos en la realización de algo
que nos hemos propuesto, superar una autoestima pobre, una frialdad emotiva o
física hacia personas próximas a nosotros o un exceso de agresividad;
para reforzar la resistencia a los ataques de ira, las explosiones de
violencia y el furor ciego que aturde.
Con respecto a la salud, el amarillo se
utiliza para el cuidado del aparato digestivo y las dolencias de estómago,
hígado y páncreas, contra los cálculos y las úlceras, y en caso de digestiones
difíciles e hipertensión.
Además, el amarillo realiza una acción
estimulante sobre el sistema nervioso central y ayuda a reforzar la
capacidad intelectual y perceptiva, tanto nuestra como ajena.
El amarillo
es el color originario de la cera de las abejas.
La vela amarilla suele
utilizarse en rituales relacionados con los aspectos materiales de la vida (el
trabajo, la remuneración económica, los intercambios comerciales). Ejerce
además una influencia especial sobre el humor de las personas y se usa
para curar trastornos como la depresión
El uso de este color es de
fundamental importancia para favorecer la reconciliación, sobre todo
después de peleas familiares, la estabilidad en las relaciones de colaboración
y amistad, y la solidez de los vínculos afectivos duraderos.
El color
azul despierta la sensibilidad de las personas, las ganas de vivir y la
visión positiva de la realidad.
Se utiliza en los rituales cuando
se quiere alcanzar una mayor elevación espiritual, para evocar a las
entidades hechizadas de las aguas y para alejar los fantasmas y las pesadillas.
Cuando se utiliza como color de apoyo en un ritual, confiere fuerza y
estabilidad a lo que se está a punto de llevar a cabo.
Azul marino.
Se usa el color
azul marino para acceder al camino de la luz y resolver conflictos
interpersonales, sobre todo en el reducido ámbito familiar, donde puede
ayudar a eliminar las mentiras, la violencia verbal, la crítica continua y
excesiva por parte de personas mayores o padres demasiado autoritarios y
cerrados con respecto a las ideas de los más jóvenes. El azul oscuro sirve
también para acallar chismes y rumores. Se utiliza este color para
la curación de las personas muy tímidas e introvertidas, para ayudar a
los tartamudos y en todos los trastornos relacionados con la garganta, los
oídos, la voz y la boca.
Según algunos, se pueden usar también velas azul
marino para prevenir enfermedades degenerativas del cerebro. Se usa este
color en los rituales de protección, para obtener el apoyo de personas
influyentes e importantes a la hora de conseguir algo que deseemos mucho,
para lograr contactos provechosos y hacer amistades prestigiosas. Los sentimientos
asociados al color azul oscuro son la lealtad, el honor, la protección
del propio nombre y el impulso altruista.
En magia se usa el blanco para
purificar, exorcizar o sustituir algún otro color no disponible en ese
momento. Se utiliza en los rituales de adivinación, en cualquier tipo de
exorcismo, para estimular la clarividencia o para reforzar la
espiritualidad de las personas por las que se actúa.
Este color está muy ligado
a los aspectos más personales e íntimos de las personas, como la belleza
interior y la pureza del corazón, la sensibilidad espiritual, la
capacidad de imaginación y la creatividad. Se usa en particular en los
rituales de protección, en aspectos relacionados con los niños y los ancianos y
en temas de salud para tratar enfermedades de los huesos y del pecho.
Es
útil en los rituales sobre la gestación, el nacimiento y la lactancia,
como protección y curación.
Por otra parte, el blanco se utiliza mucho
como color devocional; de hecho, las velas de este color son llamadas puras
o neutras y se utilizan sobre todo como ofrendas de agradecimiento.
Dorado.
El color del
oro está estrechamente vinculado al simbolismo del sol.
En magia se
utiliza este color en los rituales destinados a atraer sobre el
solicitante bienestar material, prosperidad y riqueza, pero también
energía positiva y la energía de las fuerzas cósmicas para una curación o la
solución de un gran conflicto.
Es el color de la tierra y simboliza
todo lo relacionado con la mujer, con la fertilidad, y con el sentido
práctico y de solidez.
Es el color más utilizado con respecto a las cuestiones
materiales vinculadas al trabajo manual o a la producción agrícola.
Es adoptado en rituales en los que es necesario hacer aterrizar en el
mundo material a quien tiende a estar demasiado en las nubes, a quien
tiene una visión del mundo demasiado idealizada, romántica, poética y muy
poco realista, a quien no logra integrarse en el ambiente donde vive, a
quien no tiene una buena relación con su madre, con las mujeres de la
familia, o a quien no se relaciona bien con su parte femenina y tiende
entonces a desarrollar comportamientos agresivos e intolerantes.
Estimula la
acción, promueve la independencia y la confianza en uno mismo, libera de
los miedos, disminuye el complejo por frustraciones, favorece la
superación de las inhibiciones y libera de los condicionamientos; asimismo, es
eficaz en caso de padecer depresión, poca vitalidad y escasa energía.
Se
utiliza la vela naranja en magia cuando se quieren obtener cambios significativos
en la psique: aumentar la capacidad de sentirse satisfecho y comprender
la propia valía, desarrollar la inteligencia emotiva y la capacidad de
experimentar el placer sin ceder a los sentimientos de culpa,
perfeccionar la facultad de atenderse a uno mismo y a los demás, cambiar
la actitud con respecto a la realidad, mejorar la capacidad de
experimentar nuevas sensaciones y alcanzar otros conocimientos.
Se utiliza
el naranja sobre todo para atenuar y eliminar los sentimientos de culpa
cuando son inútiles y paralizantes, para hacer llegar a la conciencia traumas y
violencias sufridas en el pasado, para curar las heridas del alma debidas a
abusos sexuales y emotivos o a engaños y traiciones soportados, para
superar el sentido de abandono y de desolación, para vencer la frialdad
excesiva con la pareja, para atenuar el rigor moral o religioso excesivo
y para ayudar a personas con problemas de alcoholismo y miedo al sexo.
Es
también muy importante en las situaciones de conflictos familiares
internos, cuando nos enfrentamos a verdaderos desafíos
generacionales.
Negro.
Es el color de
lo desconocido, lo misterioso, lo oculto e incluso de lo que está pero no
se conoce y, por consiguiente, se busca, se descubre y sale a la luz.
Este color suele ser utilizado para neutralizar calumnias y maldades. El
negro puede absorber la negatividad presente en una persona o en un
ambiente, y es un medio poderoso para purificar lugares e
individuos.
En las ceremonias importantes es conveniente que estén
presentes tanto el blanco como el negro, a fin de subrayar la dualidad del
universo; además, una vela blanca y una negra sirven de guía para
orientarnos en las tinieblas de la ignorancia.
El color plateado se utiliza para
aumentar la propia visión interior y la capacidad para ver en el corazón
de las personas, para favorecer la clarividencia y para los asuntos
femeninos relacionados con la salud y la afectividad. Este color tiene el
poder de neutralizar los efectos negativos de conjuros y rituales (los llamados
efectos bumerán); se usa además para solicitar y atraer la protección
divina y favorece la propia espiritualidad, en un nivel no demasiado alto
de elevación interior.
El plateado sirve para que las personas se vuelvan más
estables y fuertes en el plano espiritual, favorece la concentración y
ayuda en la búsqueda de la verdad, además de reforzar y estabilizar la
fe. En magia se utilizan las velas plateadas para entrar en contacto con
entidades espirituales femeninas, sobre todo con las hadas, pero también para
evocar santos y poderes angélicos, principalmente en aquellos rituales
donde se pide ayuda en el camino iniciático, para dar una nueva fuerza a
la evolución interior y mayor energía para alcanzar unos objetivos cada
vez más elevados.
Rojo.
En magia el
rojo simboliza la energía combativa, la fuerza vital, y se vincula al
deseo de obtener rápidamente resultados prácticos, el éxito y la victoria o la
resolución de un problema. Este color transmite también la necesidad de
hallarse en situaciones que puedan ofrecer emociones intensas como poder,
victoria, conquista, lucha y competición.
Se trabaja con el rojo para
resolver problemas de salud, reforzar la vitalidad, ayudar a quien no se siente
a gusto consigo mismo o con los otros, aumentar la con- fianza en las
propias posibilidades, reforzar la seguridad en uno mismo y en la propia
valía, y también para reaccionar ante una situación insatisfactoria y
penosa.
Este color simboliza el amor sexual, el erotismo y el deseo de
conquista.
El rojo se utiliza mucho en rituales oficiados para obtener,
reforzar o reavivar el amor y la pasión, ahuyentar enemigos conocidos u
ocultos, recargar energéticamente a alguien que ha padecido
intervenciones quirúrgicas o enfermedades graves y para alcanzar el
propio equilibrio psicofísico.
Rosa.
En magia el rosa influye en las
emociones y se relaciona con todas las manifestaciones positivas de carácter afectivo,
ya se trate de una pareja, de amigos o de parientes. De hecho, el rosa se
utiliza para reconciliar a personas peleadas, estabilizar relaciones que están
en crisis, generar estima y comprensión entre los miembros de una pareja,
suavizar los rasgos desagradables del carácter de una persona, calmar los
espíritus inquietos y las personalidades violentas.
Además de la
afectividad, el rosa simboliza también el espíritu de sacrificio, la
contemplación, la mística, la libertad del pensamiento que tiende a lo divino,
el re- nacimiento y el logro de la perfección espiritual.
Verde.
El verde es el color más difundido
en la tierra, simboliza la generosidad y el don de ofrecer, los buenos
sentimientos y la búsqueda del equilibrio en la relación con los demás,
sobre todo con la pareja. En magia se utiliza el verde para suavizar el
orgullo excesivo, confortar, anular la ausencia de percepción de la
propia identidad o valía y reforzar la autoestima.
Este color tiene una
profunda influencia en el sistema nervioso; por consiguiente, ayuda a
encontrar el equilibrio, el amor justo por uno mismo que no derive en
egoísmo, la capacidad de relacionarse con los otros y de dejarse llevar a
la intimidad, la capacidad de amar, el altruismo y la dedicación a los
otros.
Se utiliza el verde para ayudar a las personas demasiado cerradas,
frías, asociales y críticas, para combatir el sentido de aislamiento y
depresión, superar el miedo al encuentro con el otro y a la relación
sentimental y neutralizar los efectos devastadores de los celos.
En magia
también se utiliza el verde en todos aquellos rituales donde se piden mejoras
económicas, suerte, prosperidad, productividad de los campos y abundancia
en las ventas o en las transacciones comerciales.
En magia se usa el color violeta
para aumentar la capacidad de percepción, tanto la propia como la ajena,
es decir, la capacidad de conciencia y análisis; también se emplea en el
desarrollo de la visión interior y en la búsqueda del espíritu guía, y para desarrollar
la inteligencia, aumentar la capacidad de reflexión y de introspección,
alcanzar el conocimiento de la propia valía y del propio poder, favorecer
la apertura mental y seguir el sendero que lleva a la sabiduría.
De
hecho, este color se utiliza sobre todo en los rituales que se relacionan
con nosotros mismos, con nuestra orientación y nuestra búsqueda espiritual,
pero también para apaciguar estados de ánimo violentos y ataques de rabia
y furor, así como para desarrollar la sensibilidad con respecto al
universo espiritual, ayudar a quienes les cuesta distinguir entre la
realidad y la imaginación, y a quienes sufren de inseguridad emotiva y excesivo
apego a la familia de origen.
El violeta tiene también mucha fuerza para
alejar pensamientos recurrentes relativos al plano espiritual (por ejemplo,
cuando uno cree ser perseguido por fantasmas), en caso de confusión moral o en
estados de disociación.
fuente: internet
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